Provisor y Vicario General del Obispado de Cuenca
D. Lucio Bellón Parrilla, nació el día 10 de septiembre de 1884 en Villamanrique, provincia y diócesis de Ciudad Real. Sus padres se llamaban: Antonio y Victoriana. Tuvo dos hermanos: Juan Félix (sacerdote) y Dolores.
Después de estudiar en el Seminario de Cuenca y de Toledo, fue ordenado sacerdote en junio de 1908. Familiar del Obispo D. Wenceslao Sangüesa y Licenciado en Derecho Canónico.
En 1909 opositó y obtuvo beneficio en la Catedral de Cuenca el 4 de octubre, siendo nombrado profesor de Liturgia en el Seminario. En 1914 fue nombrado Provisor y Vicario General del Obispado, cargos que desempeñó a satisfacción de toda la diócesis hasta su martirio. En 1924 fue nombrado por decreto Maestrescuela de la Catedral, tomando posesión el 6 de marzo del mismo año.
Durante su vida fue un sacerdote ejemplar en todos los órdenes, de carácter apacible y bondadoso, fue querido por todos. La norma de su actuación fue siempre su carácter sacerdotal, el bien del prójimo y el amor a Dios. Todos reconocían en él rectitud inquebrantable, prudencia segura y celo ardiente.
Cuando comenzó la guerra y llegó a Cuenca la persecución religiosa, fue detenido y encarcelado, siendo sometido a malos tratos físicos y morales, antes de ser asesinado. D. Lucio se entregó serenamente a la muerte, junto con su hermano, sacerdote, dando su vida por Dios, por la Iglesia, la Diócesis de Cuenca y España. Murió asesinado, en la madrugada del día 10 de agosto de 1936, en el camino de Nohales, Cuenca, sólo por ser sacerdote y por odio a la fe católica. Se recuerda su muerte y tiene fama de mártir.