Carta semanal del Sr. Obispo: Año Jubilar 2025

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Queridos diocesanos:
Como seguramente ya sabéis lo que leéis estas líneas, el próximo 29 de diciembre, domingo de la Sagrada Familia, el Santo Padre abrirá solemnemente la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, acto con el que dará comienzo la celebración del Jubileo ordinario de 2025. De este modo se da continuidad a una larga tradición eclesial que tiene su origen en el año 1.300, cuando el Papa Bonifacio VIII instituyó el Año Santo, que se repite cada 25 años.
Ese mismo día, 29 de diciembre, los Obispos de todo el mundo abrirán también la Puerta Santa de la Iglesia Catedral de sus diócesis. Por lo que se refiere a la nuestra, dentro de unos días se darán noticias más concretas y completas sobre la Misa de apertura del Año Jubilar y de la Puerta Santa que, puedo adelantar, celebraré en la Catedral en la tarde del domingo 29 de este mes.
En la Bula de convocatoria del Año Jubilar, “La esperanza no defrauda” (n. 6), el Papa precisa el sentido profundo de esta celebración: “Ha llegado, dice, el momento de un nuevo Jubileo, para abrir de par en par la Puerta Santa una vez más y ofrecer la experiencia viva del amor de Dios”. Nos llama a hacernos peregrinos de la esperanza, precisamente en un momento en el que “la humanidad desmemoriada de los dramas del pasado, está sometida a una prueba nueva y difícil cuando ve a muchas poblaciones oprimidas por la brutalidad de la violencia” (ibídem, 8).
Con la llamada a la esperanza, San Pablo alentaba a la comunidad cristiana de Roma en medio de las dificultades por las que atravesaba en aquellos momentos, y que acarrearían el martirio de Pedro y Pablo y el de muchos otros cristianos en la Roma de mediados del siglo primero. El Santo Padre juzga que también hoy los cristianos, y no solo ellos, necesitan avivar su esperanza ante los grandes problemas que afligen al mundo: guerras, desigualdades, pobreza, violación de los derechos humanos, migraciones, pérdida u obscurecimiento de valores tan fundamentales como la vida, etc. Francisco quiere que el Jubileo “sea para todos ocasión de reavivar la esperanza”, y la ha puesto como mensaje central del mismo.
Frente a las dudas, los temores, la incerteza, el escepticismo y el pesimismo que amenazan con adueñarse del corazón de muchos, el Jubileo se presenta como una gran ocasión para alentar la esperanza, facilitando el encuentro con Cristo, la experiencia viva y personal del amor del Señor Jesús, puerta de salvación y esperanza de la humanidad. Cristo mismo, muerto y resucitado es la esperanza en quien se cumplen las promesas de Dios en el Antiguo Testamento y pueden hacerse realidad los deseos más íntimos del corazón humano.
Pero la esperanza requiere la compañía de la paciencia, “hija de la esperanza”, como dice Francisco, que “al mismo tiempo la sostiene” (ibídem, 4). Este entretejido de esperanza y paciencia, sigue diciendo el Papa, muestra claramente cómo la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor Jesús” (ibídem, n. 5). Que 2025 sea verdaderamente un itinerario de gracia. ¡Feliz domingo a todos!

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