Carta semanal del Sr. Obispo: ¡Solo Dios basta!

Comparte esta noticia
Facebook
X
LinkedIn
WhatsApp

Queridos diocesanos:

El próximo domingo, 2 de febrero, fiesta de la Presentación de Jesús en el templo, celebraremos, un año más, la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. En ese día elevaremos nuestras oraciones en acción de gracias  a Dios Nuestro Señor por todas aquellas hermanas y hermanos nuestros que, por la práctica de los consejos evangélicos, se han propuesto seguir a Cristo con más libertad e imitarlo más de cerca y, cada uno a su manera, llevan una vida consagrada a Dios (cfr. Concilio Vaticano II, Decreto Perfectae caritatis, 1).

Esta Jornada constituye una llamada a ponderar el gran don de Dios que la Vida Consagrada supone para la Iglesia y para el mundo, a los que, en claro testimonio de su indefectible amor, enriquece con distintos carismas e ilumina con la vida santa de los consagrados. Al mismo tiempo, la Iglesia quiere hacer llegar a estos la gran estima en que tiene su forma de vida, “cuyo modelo es el mismo Cristo Señor”, y la esperanza que deposita en su labor tanto oculta como pública (cfr. ibidem, 25).

Este año el lema de la Jornada es: “La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente”. A los 20 años del Gran Jubileo del Año 2000 con el que la Iglesia entera se preparó para celebrar el ingreso en el tercer milenio de la Redención, la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada ha querido conmemorar dicha fecha dedicando los últimos tres años a reflexionar sobre el misterio de las Personas divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este año, en cambio, quiere que la atención se centre en María como el modelo más alto de la Vida Consagrada. De ahí el tenor del lema propuesto.  María es, en efecto, modelo de entrega radical, de consagración plena y sin condiciones, total y definitiva a la voluntad del Padre en el servicio a la obra de la Redención que llevó a cabo su divino Hijo.

Por otra parte, el lema propuesto pone de manifiesto el gran servicio que la Vida Consagrada presta al mundo, de manera particular al mundo de aquellos a quienes visita el sufrimiento en cualquiera de sus formas. Son variadísimos los modos en los que la Vida Consagrada viene en auxilio y socorro de los hombres y mujeres de nuestro tiempo que padecen en el alma y en el cuerpo: hospitales, casas de ancianos, enfermos terminales, esclavos de la droga o del sexo, niños abandonados, jóvenes y adultos objetos de maltrato, dispensarios, casas de acogida, etc., encuentran en los religiosos y religiosas miradas que comparten el dolor, manos que curan y acarician, palabras de consuelo, corazones sensibles y cercanos. Y junto a las atenciones que alivian y mitigan el sufrimiento físico, la ayuda silenciosa, incontable e inapreciable en su exacto valor, de la oración y el sacrificio de tantos Consagrados ocultos en la clausura que se ofrecen a Dios “por la vida del mundo”. ¡Cómo apreciar en su justo valor el servicio que prestan al mundo y a la Iglesia!

Queridos religiosos y religiosas que habéis consagrado vuestra existencia a Dios y a vuestros hermanos: vuestras vidas nos son preciosas para que no se borre de entre nosotros el rostro de Dios; para que nos sea más fácil rehacer la experiencia de Dios mirando vuestras vidas y ejemplo; para que la Iglesia sea vista como el espacio en que se nos entrega Dios; para que vuestro sentido de adoración y del absoluto divino impida que se difumine el sentido de Dios; para que hagáis presente al mundo actual las exigencias del Evangelio en su grandeza y pureza; para que el hombre y la mujer de nuestro tiempo, que pretende bastarse a sí mismo, entienda, en cambio, que “solo Dios basta”. Necesitamos de vuestras vidas. Por ellas damos gracias a Dios, y os las damos también a vosotros. Y, unidos, pedimos al Dueño de la mies que siga suscitando vocaciones a la Vida Consagrada en medio del pueblo cristiano.

Comparte si te ha gustado
CALENDARIO
Lun
Mar
Mié
Jue
Vie
Sáb
Dom
l
m
m
j
v
s
d
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
1
2
3
4
Últimas noticias