
Carta semanal Sr. Obispo: Toda vida humana es algo precioso, valioso, digno, y merece ser respetada al margen de su “condición de vida o calidad”
Queridos diocesanos: El segundo capítulo de Dignitas infinita se abre con la afirmación central de la Declaración que a lo largo de la misma se repite una y otra vez: “La Iglesia proclama la igual dignidad de todos los seres