El Obispo de Cuenca, Monseñor José María Yanguas, ha celebrado en la mañana del Miércoles Santo, en la Catedral, la Misa Crismal.
Durante esta ceremonia, el Sr. Obispo ha consagrado el Santo Crisma y bendecido los Santos Óleos que se utilizarán en las celebraciones del año litúrgico.
Además, el rito de la Misa Crismal incluye la renovación de las promesas sacerdotales. Tras la homilía el Sr. Obispo ha invitado a los sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia. El clero diocesano ha renovado sus promesas sacerdotales ante el Monseñor Yanguas recordando en ellas su entrega plena al Señor, a través de la ayuda a la misión del Sr.Obispo; la predicación de la fe católica; celebrar la liturgia; guardar el celibato; la oración; la imitación de Jesucristo y la obediencia al Sr. Obispo.
La Misa Crismal ha sido presidida por el Obispo y concelebrada por los sacerdotes de la Diócesis. A la misma han asistido numerosos fieles y representantes de diferentes delegaciones, movimientos apostólicos, consagrados, religiosos y religiosas así como un amplio número de jóvenes.
Consagración del crisma y bendición de los santos óleos
La palabra «crisma» proviene de la raíz de Cristo, que significa «el ungido de Dios». La mayoría de las personas son ungidas con el aceite crismal dos veces en sus vidas: en sus bautismos y durante el Sacramento de la Confirmación, cuando son selladas con los dones del Espíritu Santo.
El óleo mantiene una relación con el Espíritu Santo, por lo que en los sacramentos encontramos el óleo de los enfermos, el óleo de los catecúmenos y el Santo Crisme, todos ellos ligados al significado de las Sagradas Escrituras.
Aceite de los Enfermos, en latín (Oleum Infirmorum), es usado en el sacramento de la Unción de los Enfermos.
Para la bendición litúrgica de este aceite, se hace la siguiente oración: “Que pueda la persona ungida con este Aceite de los Enfermos experimentar la compasión de Cristo y su gracia salvadora, en cuerpo, mente, y alma.
Aceite de los Catecúmenos, en latín (Oleum Sanctorum). Catecúmeno es una persona que desea recibir el Bautismo, y que se hace instruir con este propósito.
Para bendecir litúrgicamente este aceite se hace la siguiente oración: Que a través de este aceite los catecúmenos que se están preparando para recibir las aguas salvadoras del bautismo puedan ser fortalecidos por Cristo para resistir al poder de satanás y rechazar la maldad en todas sus formas. Aceite del Santo Crisma, en latín (Sacrum Chrisma) representado como S+C. Este aceite es muy especial y apartado de los otros dos. La palabra Crisma proviene de la palabra griega “Christos”, del cual obtenemos Cristo, y Cristo significa “El Ungido”.
Este aceite es usado en el sacramento de la Confirmación y el sacramento del Orden Sagrado para conferir el sacramento. También es usado en el sacramento del Bautismo, así como en la consagración de nuevos altares e iglesias.
El Aceite de Crisma es una mezcla de bálsamo y aceite de oliva. Se distingue de los otros dos aceites porque su color es más oscuro y tiene una fragancia muy aromática.
El bálsamo es una esencia aromática proveniente de árboles especiales del mundo mediterráneo, antes usado para ungir los reyes, sacerdotes y profetas.
Para la consagración de este aceite se hace la siguiente oración: Que a través de este aceite perfumado del Santo Crisma puedan los niños y adultos que son bautizados y confirmados, y los sacerdotes que son ordenados experimentar el regalo amoroso del Espíritu Santo.