Circular sobre el Santo Sacrificio de la Misa, 12 de julio de 1930

CIRCULAR

acerca de la materia del Santo Sacrificio de la

Misa y de la distribución y conservación del

Santísimo Sacramento de la Eucaristía.

Aun cuando son suficientemente claras y precisas las graves prescripciones contenidas en la importantísima Ins­trucción dirigida recientemente a los Reverendísimos Ordi­narios por la Sagrada Congregación de Sacramentos y publicada en el número 2 de este Boletín, del año actual, «acerca de algunas cosas que deben evitarse y de otras que hay que observar en la celebración del Santo Sacrifi­cio de la Misa y en la distribución y conservación del San­tísimo Sacramento de la Eucaristía», para su mejor obser­vancia por los señores Curas y encargados de iglesias —refiriéndose a Nos cuales dice la citada Congregación sciant super observantia praefatorum praescriptionem graviter onerari eorum conscientia— atendidas las cir­cunstancias de esta nuestra amada Diócesis, venimos en dictar las disposiciones siguientes: 

1.a En todos los Centros diocesanos de Conferencias Litúrgico-Morales se leerán, cuando menos, dos veces en distintas reuniones del año corriente la referida Instrucción con las Anotaciones que le siguen y esta nuestra Circular.

2.a   Los casos de conciencia que el Sr. Director de las mencionadas Conferencias   Litúrgico-Morales  proponga para su resolución durante algún tiempo, el que él juzgue preciso, versarán acerca de alguno de los puntos que abarca la referida Instrucción.

3.a El Profesor de Teología Moral de nuestro Semina­rio Conciliar hará en el próximo Curso a sus alumnos una amplía y metódica exposición de la tan repetida Instruc­ción, proponiéndoles diversos casos prácticos.

 

4.a Todos los señores Curas y encargados de igle­sias en la Diócesis, incluso los exentos, pondrán el mayor cuidado en la adquisición de la harina con que se han de fabricar las Hostias para celebrar la Santa Misa, procu­rando comprarla a comerciantes o labradores de conciencia; y aún veríamos con más satisfacción que algunas de las muchas Comunidades de Religiosas que hay en la Diócesis tomaran a su cargo, con las cautelas debidas, la fabricación de las hostias para todas las iglesias diocesanas.

 5º Cosa parecida decimos del vino, que ha de usarse en la celebración de la Saeta. Misa, que de ninguna, mane­ra ha de comprarse en tabernas o establecimientos de comidas, sino que ha de adquirirse en Casas de confianza, con preferencia en las que cuentan con el certificado de aprobación de algunos Rvdmos. Prelados, o el elaborado por cosecheros de conciencia, que no faltan en la Diócesis, o por sacerdotes reculares o Religiosos; lo que se ha de demos­trar con el correspondiente Justificante auténtico al pre­sentarse anualmente las cuentas de Fábrica respectivas en la Contaduría diocesana.

 

Las bandejitas que se usan para la distribución de la Sagrada Comunión han de ser de plata o metal dorado, totalmente lisas, y han de estar bien limpias de polvo, de gofas de cera y de cualquier mancha.

7.a Igualmente, los corporales, los purificadores, pañitos y sabanillas de altar, han de estar siempre sumamen­te limpios, sin mancha alguna, cual corresponde al supremo decoro que requiere el uso sagrado a que se destinan.

8.a A tenor-de lo que disponen el Ceremonia! de Obis­pos y la Sagrada Congregación de Ritos (1), la Sagrada Eucaristía debe de renovarse cuando menos semanalmente y siempre con hostias recientes, consumiendo previa­mente todas las partículas antiguas y purificando el Copón.

9.a   En las Iglesias de la Diócesis donde no se dispon­ga de los lugares convenientes que señala la supradicha Instrucción, apartado III, B) para .instalar con la debida decencia la Santísima Reserva que se guarda para, si es preciso, administrar el Viático a los enfermos durante el último triduo de Semana Santa, se colocará después de la Misa y procesión del Jueves Santo dentro de la Urna del Monumento, detrás del cáliz, hasta la terminación de la Misa de Presantificados del Viernes, que se llevará a su Sagrario habitual sin que en éste se ponga ornato alguno ni  más luces que la lámpara, y sin que puedan celebrarse en todo el día del Viernes actos de culto eucarístico.

10.a En la Conferencia Litúrgico-Moral del mes de Octubre próximo todos los señoras Curas y encargados de iglesias darán cuenta por escrito, que se leerá en pre­sencia de todos los asistentes, a! Sr, Presidente del Centro respectivo de las medidas tomadas en cada una de las iglesias para el más exacto cumplimiento de las indicadas prescripciones de la Sagrada Congregación de Sacramen­tos y de estas nuestras disposiciones; y lodos los señores Presidentes de Centros enviarán esas notas a nuestra Se­cretaría de Cámara antes del día 31 de dicho mes de Octubre..

Cuenca, 12 de Julio de 1930

 CRUZ, Obispo de Cuenca.

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