Nació, en Horcajo de Santiago, Cuenca, el año 1873. Tenía cinco hermanos: José, Joaquín, Severiano, Francisco y Rosa.
Era ejemplo de moralidad junto con sus hermanos, siendo blanco de los odios por su acendrado catolicismo. Junto con su hermana soltera, Rosa, se le recuerda como modelo de piedad, recogimiento y modestia cristiana, de conciencia muy limpia y de buen corazón, dedicada a obras de caridad. Por las mañanas iban a Misa y por las tardes rezaban el Rosario en casa.
Cuando la persecución religiosa se había intensificado, en la tarde del 17 de agosto de 1936 fue sacada de su domicilio junto con sus hermanos Rosa y Severiano de Silva y Soria, siendo asesinada a pocos kilómetros del pueblo. Murió dando vivas a Cristo Rey. A los tres hermanos los mataron en la finca de los Eriales, sacándolos del pueblo en un coche y diciéndoles que los llevaban a la estación. Los mataron fuera porque temían a la gente de Horcajo de Santiago que los apreciaba mucho.
Murió asesinada el 17 de agosto de 1936, por la tarde, entre Horcajo y Santa Cruz de la Zarza por ser católica y por odio a la fe de la Iglesia. Es considerada como mártir.